lunes, 12 de mayo de 2014

La parábola del caballo


Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudaran en los trabajos de su pequeña hacienda.
Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí.
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate.
Tomó, entonces, una decisión: determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo.
Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo.
Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir.
Si estás "abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre ti la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda al caballo de esta historia. No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella. Y cuanto más tiren, más irás subiendo, subiendo, subiendo...
Lo importante es levantarse si es que se ha caído, siempre valemos lo mismo para Dios y ninguna persona nos puede quitar ese valor.
Por muy abajo que se este tenemos siempre la oportunidad de levantarnos y llegar a lo más alto.


Si todo en la vida es relativo...


Relativa es también la idea que cada uno tiene de la Felicidad. 

Para algunos felicidad es dinero en la cartera, cerveza en la heladera, ropa nueva en el armario.
Para otros la felicidad representa un suceso, una carrera brillante o simples hechos considerados importantes, aunque en la realidad carezcan de relevancia.
Para otros ser feliz es conocer el mundo, tener un conocimiento profundo de las cosa del cielo y la Tierra.
Mas, para mí, ser Feliz es diferente:
Ser feliz es ser persona, tener vida que como decía un poeta "es hermosa, hermosa, hermosa".
Felicidad es la familia reunida, es vivir sin llegada, sin partida.
Es soñar, es llorar, es sonreír.
Felicidad es vivir rodeado de amor, es sembrar amistad, es el calor del abrazo de aquel amigo que a pesar de la distancia le escuchas decir "Hola".
Ser feliz es despertarte a las 5 de la mañana después de haberte acostado a las 3 de la madrugada, sólo para dar una vuelta a la cama de tu hijo, solo para verlo dormir.
Ser feliz es tener un cálido hogar, es la sencillez en una mesa, es un té caliente al desayuno. Es la dulce melodía de un CD para inspirar el corazón.
Ser feliz es disfrutar del sol radiante, del frío congelante, de la lluvia o del temporal.
Ser feliz es brindar afecto a los demás (a todos los que se cruzan en tu camino).
Ser feliz es hacer de la vida una gran aventura, una mayor locura, un enorme placer.
Pero, ante todo la verdadera Felicidad consiste en proceder bien en todos tus Actos. Es no Tener Nada de que Arrepentirse, es no Dañar.
Perdonar y perdonarte constantemente.

Exactamente, la felicidad es estar en paz contigo.



lunes, 17 de marzo de 2014

La pregunta más importante



Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la última:
"¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?"
Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.
 
"Absolutamente", dijo el profesor. "En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: '¡Hola!'"
Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy.

Todos somos importantes

LOS OBSTÁCULOS EN NUESTRO CAMINO



Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la enorme roca.

Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vieron la roca y simplemente le dieron la vuelta para rodearla.
Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para quitar la gran piedra del camino.

Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras muy pesada hacia el mercado… Al aproximarse a la roca, el campesino puso su pesada carga en el suelo y trató de mover la roca a un lado del camino.
Después de mucho, mucho esfuerzo, de empujar y fatigarse, lo logró.

Mientras recogía su carga de verduras, vio una cartera en el suelo, justo donde antes había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota escrita por el  mismo rey indicando: “ El oro de está cartera será para la persona que haya movido la roca del camino”

El campesino aprendió lo que otros nunca entendieron:

CADA OBTÁCULO,  REPRESENTA UNA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR LA CONDICIÓN DE CADA UNO.